Para muchas personas el uso de bótox es una técnica de rejuvenecimiento innecesaria y dañina porque deja la cara hinchada, las personas pierden la expresión o quedan con cara de susto, por eso queremos derribar algunos mitos y por supuesto, destacar que cualquier uso de medicina estética debe ser supervisada y aplicada por un profesional.
El bótox paraliza el rostro: la toxina botulínica no paraliza los músculos del rostro, sino que relaja algunos de ellos.
El bótox es el causante de caras hinchadas y de susto: el bótox relaja los músculos para suavizar las arrugas de expresión, pero no rellena. Por eso es importante hacer este procedimiento con personas especializadas que sepan cuál es la dosis correcta y dónde se debe utilizar.
Cualquiera puede aplicar bótox: el bótox es un fármaco y como tal solo puede ser administrado por un médico en un centro especializado, limpio y por profesionales.
Sus efectos son permanentes: La toxina botulínica tiene un efecto temporal que dura aproximadamente 4 meses y después de ese tiempo los músculos recuperan su actividad habitual sin dejar ningún efecto secundario.
Solo se puede aplicar en personas mayores: la medicina estética se orienta hacia la prevención. Cada vez son más los expertos que recomiendan usar la toxina botulínica de forma sutil a edades tempranas para evitar que lleguen a marcarse las arrugas profundas.